Ayer fue un día de los grandes. EL Club Deportivo Idoya celebraba su día. Y eso que hemos descendido de categoría... que sino, ¡ no sé lo que se armaría!.
Desde el punto de la mañana había hinchables para los niños... Nuestro famoso himno se oía en cada calle del pueblo, ¡ qué emoción!. Yo salí con mis amigas a tomar un vermut al mediodía y allí empezó la fiesta. Asistimos a una comida popular en el atrio de la iglesia 240 personas. Luego pusieron el toro mecánico. A mí que me encantan esas cosas, me monté con Jon " el de la Marisol". Pasé un poco de vergüenza cuando la gente de las mesas nos vieron montados y todos comenzaron a gritar. Después bingo. El primero lo hizo mi padre, 200 euros que donó al club ( lo dicho, es que al Idoya lo llevamos dentro). A continuación Karaoke y DJ. Mis amigas y yo nos subimos a cantar cuatro canciones. ¡ Cómo la gozamos! (vemos un micrófono y no nos podemos resistir). Luego bailoteos con la Txaranga de Zirauki y toricos de agua y de fuego.
A la noche bajamos a cenar a Larraga. Subimos prontico para seguir la fiesta en la Sociedad. Había muy buen ambiente. Fue un día completo. A las seis menos cuarto de la mañana entraba por la puerta de mi casa. No podía ni con mi alma. ¡ Qué cansada!, pero... ¡ qué gran día!
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