Al igual que el título, así ha resultado Manu. Hace un mes no hubiese imaginado escribir esta entrada. No sé que ha ocurrido, ese es el problema. Lo que más me fastidia es que no haya tenido agallas para hablar conmigo. La madurez, que tanto yo destacaba en él, con el comportamiento de las últimas semanas, ha brillado por su ausencia. Me ha decepcionado mucho.
Lo sorprendente, las lágrimas de estos días no han sido por él...
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