" Cuando el tiempo pase y tú me olvides, silencioso vivirás en mí; porque en la penumbra de mis pensamientos, todos los recuerdos me hablarán de tí"
BECQUER
A las 8 menos cuarto de ayer cogí la Estellesa junto a Cecilia destino San Sebastián. Cuando llegamos cogimos unas hamburguesas y nos fuimos al mirador del Acuarium para poder divisar una bonita vista panorámica de la ciudad mientras lanzaban los fuegos artificiales. Era Semana Grande. Fueron preciosos y el ambiente que se forma es indescriptible. Me encanta cuando los barcos se alejan de la costa para verlos, cundo al quemarse las luces se reflejan en el agua... la bahía de la Concha está en su máximo esplendor (quien hubiese pillado la habitación 205 para ese momento).
Después caminamos por el Paseo Nuevo y observando las barracas fuimos hasta el parque de Sagües( al final de la playa de la Zurriola). Allí era el concierto de La Oreja de Van Gogh. Era la primera vez que los veía (los he visto en tres ocasiones anteriores) desde que Amaia Montero abandonase al grupo y la sustituyera Leire. Estuvo muy bien, nada que envidiar de los anteriores. Había muchísima gente.
Luego fuimos para lo viejo. Nos movimos por una calle que nos recordaba mucho a San Nicolás de Pamplona. Nos volvimos a encontrar con nuestro amigo Germán de San Fermín. Conocimos a mucha gente: italianos, vascos... incluso un francés llamado Peter acabó viendo amanecer en la playa y desayunando con nosotras. La vuelta era a las 10 menos cuarto de hoy. Estábamos muertas, así que hemos venido durmiendo todo el camino.
Siempre había oído que Donosti no era buen sito para ir de marcha. Tonterías, no es como San Fermín, pero te lo puedes pasar, como ha sido nuestro caso, de primera. El año que viene repetimos.
Como volver a San Sebastián y no acordarme de aquellas inolvidables horas que pasé junto a tí...
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