A las 8 y media de ayer Manu me recogió y fuimos a Pamplona. Para cuando llegamos y aparcamos, estaba anocheciendo. La temperatura era agradable y las terrazas de la Plaza del Castillo se encontraban abarrotadas. En ese momento me vio mi amiga Maite que estaba con unas amigas y vino a saludarnos, así que hice las presentaciones oportunas ( me gustó que dos personas importantes para mí, empiecen cayéndose bien). Nos sentamos en la del Café Iruña. Ese lugar me encanta, yo había llamado a la tarde para cenar ahí, pero estaba completo, así que nos tuvimos que conformar con un sandwich y unas rabas en el exterior. Estuvimos muy agusto. Luego yo le enseñé las fotos de la comunión.
A las doce y algo volvimos para casa. Yo le estuve ayudando a hacer ejercicios de matemáticas para las oposiciones. ¡ Qué ratico más entretenido!, parecían pasatiempos. A las tres dejamos de hablar, a mí me venía el sueño. Él trabajaba de mañana, aun así no tenía prisa. Preocupado por si había llegado sana y salva, me mandó un sms cuando yo ya estaba en la camica. Era un sms de esos para no olvidar, ¡ qué bonito!, y lo mejor, que lo dice de verdad.
Gracias por hacerme sentir así de bien
No hay comentarios:
Publicar un comentario