Este fin de semana eran las fiestas pequeñas de mi pueblo. ¡ Qué bien lo he pasado!. El viernes bajé en procesión andando a la ermita de San Tirso, que está a 4 Km de Oteiza. Allí comí junto a mi familia. Es un día de reunión, cosa que me encanta. Luego te juntas en la explanada con las amigas... Ya en el pueblo música, bajadica, torico de fuego... y la cena con su buena sobremesa. Seguido a los bares ( abrieron nuestro querido Garigolo). ¡ Muy agusto!.
Y si la noche del viernes fue buena, la del sábado.... A las once menos cuarto llegaba a casa. Después de que Paco cerrase la Sociedad, nos fuimos a la churrería. Allí cayó un buen chocolate con churros, ¡ qué ricos!, pero lo mejor las risas que nos echamos. Cantándole al alcalde, un Kapea eufórico, la Eider en la Concha...
¡ Qué sorpresa más grata cuando Manu apareció detrás mía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario