A las 7:30 salimos con la maleta desde el hotel rumbo a Florencia. De camino observamos paisajes de la Toscana. A las 11 llegamos a la ciudad. El encontrarme de repente con la portada de su catedral me deja anonadada. Es diferente, lo que la hace realmente impresionante. Todo mármol blanco, verde y rojo... Su interior es simple comparado con el exterior. Me gusta mucho su cúpula. También nos explican la Puerta de oro del Paraíso del Bautisterio que se encuentra en frente. Damos un paseo para conocer la ciudad. A cada paso que das, hay algo interesante para ver. La plaza donde se encuentra el ayuntamiento me resultó muy acogedora. Nos enseñan desde un mirador el famoso puente Vecchio. ¡ Me encanta ! ( tenía muchas ganas de verlo). Allí es donde Paula y yo por hacerle una foto a una señora y sin saberlo nos despistamos del grupo, a los minutos Maite llamó por teléfono y nos encontró un Dani todo preocupado. Después de comer hicimos la visita opcional a los museos. En la Accademia vemos el famoso David de Miguel Ángel, que es verdaderamente grandioso. Después pruebo mi primer helado de nocciola en Italia, ¡ qué rico!. En el rato libre hago alguna compra y después vemos el atardecer desde el puente. En él se encuentran las famosas joyerías, ya que antiguamente ahí vivían los joyeros. Yo hago la broma de que si viviese en Florencia, ahí estaría mi casa ( mi padre en Oteiza es conocido como el "joyero"). Es una ciudad tranquila. A las 7 el autobús nos lleva hasta el hotel Wall Art ****. La habitación 203 es de lujo, super amplía, muy moderna... En sí además de hotel, es una galería de arte. Lástima que sólo nos toca hacer una noche.
Florencia es una ciudad en la que no me importaría vivir...
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